La lujuria forma parte de los pecados capitales. Este pecado engloba diferentes situaciones que van en contra de la voluntad de las personas. Unos buenos ejemplos serían la prostitución forzada, los abusos sexuales, la pornografía y las violaciones. Todos estos actos dañinos para las personas se producen diariamente en cualquier lugar del mundo y los gobiernos no hacen nada para pararlo, porque hay unos intereses económicos detrás. Estos se dedican a hacer campañas promoviendo el bien y en contra de estos actos violentos, pero no hacen nada para frenarlo.
Las personas presumimos de tener una cierta ética que ve que todos estos actos como un atentado a la libertad y voluntad de las personas, pero hay cierta hipocresía a causa de que éstas ven esas situaciones muy lejanas y no les afectan directamente. Pero por mucho presumir de moral, gran parte de la población tiende a pecar.
La honestidad ,el polo opuesto a la lujuria, es un valor que hace que la persona sea decente, diga la verdad, justa y honrada.